Hola Eva.
Mil gracias por tu concierto del sábado en Onda. Lo disfruté mucho muchísimo, y no lo disfruté aún más porque el día a día me agota, y llegué al concierto con poca energía.
Quería disculparme por no cantar las letras del último disco, sé que la sensación al verme¹ sin saberme casi ninguna de las nuevas 15 canciones fue un poco dura.
Ahora mismo, con 39 años, dedico mi día a día a mi familia, a mi trabajo y a algunos hobbies, y apenas escucho música actual. Desconocía tu último disco y tu última gira, y fui al concierto de casualidad porque mi mujer se encontró con el anuncio el día de antes. Escuché «La Dolce Vita» 3 veces en Spotify de fondo mientras trabajaba para ir preparado, pero no fue suficiente.
Pero no es sólo falta de tiempo. Aparentemente soy incapaz de memorizar la letra de nuevas canciones. Todo lo que lanzaste después de «Pájaros en la cabeza», hace 20 años, para mí es «lo nuevo». En mi cabeza, «Gato negro, Dragón Rojo», es como de 2022, no de 2008.
Y no es que sólo me supiera las canciones famosas antiguas. Te puedo cantar de principio a fin hasta la menos conocida de los primeros discos, o incluso conozco algunas versiones de temas que fueron traducidos a inglés e italiano. Y una en griego. Tengo una carpeta de MP3 sueltos llamada «Rarezas», con el último cambio en 2009, o incluso algún concierto en DVD pasado a MP3.
En fin, siento no haber estado ahí todos estos años, ni tampoco haber estado a la altura en este concierto. Pero me alegra enormemente saber que vosotros, Juan y tú, seguís ahí dándolo todo, tan grandes y tan guapas, con vuestra música y vuestros mensajes, especialmente necesarios en estos momentos en el que el mundo está más egoísta que nunca.
Un abrazo
PD: Perdóname Juan, que a ti también te aprecio mucho. Me encantó escucharte cantar Tardes. Me alegro de que ya no sea sólo una canción.
¹ Sé que no me viste, pero me refiero a como una gota más de vuestro enorme y merecidísimo público 🙂





